A pesar de la limitada disponibilidad de espacios e instalaciones, en la escuela se desarrollan actividades deportivas como gimnasia, running, fútbol, ​​voleibol, tira y afloja, etc. Es importante poder garantizar esos equipos específicos (camisetas y zapatillas y zapatos de fútbol) y balones, no accesibles a los niños más pobres y hasta ahora regalados generosamente por amigos donantes. El deporte es también un poderoso igualador entre géneros. Las niñas, por ejemplo, muchas veces excluidas de los deportes, usan shorts o pantalones de chándal en lugar de la omnipresente falda...

Parece poco, ¡pero en Uganda no lo es!

 

El primer “voluntario deportivo” que colaboró ​​con nuestra escuela fue Andrea, un entrenador de fútbol certificado por la UEFA de 29 años, que ya ha tenido experiencias similares en España y Australia, ha puesto toda su experiencia como deportista y entrenador al servicio. no solo de los niños de nuestra escuela, sino también de los de todo el barrio. Andrea se encargó del entrenamiento deportivo de varios equipos de fútbol locales y organizó el primer "Trofeo de Fútbol Deborah Ricciu - Expandir Horizontes" en Kibiri. Además del fútbol, ​​también se ha incorporado a otros deportes como el voleibol, la gimnasia, el running, etc. Su experiencia como entrenador y asesor deportivo también ha sido de gran ayuda para algunos entrenadores locales muy jóvenes.